ASOCIACIÓN DE LA INDUSTRIA DE CARNE DE LA COMUNITAT VALENCIANA
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Alto contenido en agua y aditivos en productos vegetales que imitan los derivados cárnicos

Alto contenido en agua y aditivos en productos vegetales que imitan los derivados cárnicos
09/11/2020 Alberto Villanueva

La Consommation Legement Cadre de Vie (Asociación Nacional de Defensa de Consumidores y Usuarios de Francia) ha realizado un análisis sobre los productos vegetarianos que se comercializan en los supermercados buscando imitar o sustituir a los elaborados cárnicos. Para ello han estudiado la composición, perfil nutricional y origen de los ingredientes vegetales soja, verduras, legumbres, cereales) de 95 productos vegetarianos y veganos: empanados, y tortas que buscan imitar la carne a base de verduras.

En su análisis, la CLCV ha detectado que se trata de productos ultraprocesados en los que el promedio de la parte vegetal entre los ingredientes tan solo supone el 39%, siendo los que más tienen las tortas de verduras que intentan imitar a las hamburguesas pero solo llegan al 53%. El resto se trata de grasas, sal, especias y aditivos. Incluso según la CLCV, más de la mitad de los productos contienen el agua como ingrediente principal destacando especialmente en el caso de aquellos que imitan la carne donde se llega al 72%, un 67% en el caso de los empanados y un 31% en las tortas de verduras.

Según la CLCV, los productos vegetarianos tienen una imagen de productos naturales sin aditivos. Sin embargo, el 80% de ellos contienen al menos un aditivo. Esto puede parecer sorprendente para productos que tienen una imagen saludable pero que, sin embargo, están ultraprocesados. La mayoría de los aditivos utilizados son texturizantes (64%), aromas (23%) y colorantes (3%). El 9% restante son varios aditivos: acidulante, antiaglomerante, antioxidante. Los texturizantes se utilizan mucho para acercarse lo más posible a la consistencia de un filete de carne, algo que las proteínas vegetales por sí solas no permiten en la mayoría de los casos.

Los productos que tratan de imitar la carne son los que más tienen, en promedio 1,8 aditivos por producto. Ante esto, desde la CLCV piden a los fabricantes y distribuidores que incrementen las proteínas vegetales y reduzcan el uso de aditivos y saborizantes tanto como sea posible.

Otro de los aspectos que se ha analizado es el origen de los ingredientes. En Francia, desde el 1 de abril de 2020, los fabricantes deben indicar el origen del ingrediente principal de un producto alimentario con una mención geográfica en el envasado para proteger al consumidor de una posible información engañosa que sugiera un origen distinto al origen real.

Pues bien, en el caso de este tipo de productos que buscan imitar a los cárnicos, solo un tercio de los productos estudiados tienen una mención vinculada al origen geográfico en sus envases, casi el 20% indica el origen del o los ingredientes principales y el 26% el lugar de fabricación del producto.

En el estudio también se analiza el tema de las certificaciones y declaraciones nutricionales. El 80% de los 95 productos tienen una declaración nutricional en el envase y el 30% una declaración relacionada con la ausencia de ciertos aditivos, colorantes o sabores. Los productos empanados son los que tienen el mayor número de declaraciones nutricionales y, al mismo tiempo, los más bajos desde el punto de vista nutricional.

En cualquier categoría (empanadas de verduras, productos que imitan la carne y productos empanados) combinadas, las declaraciones de propiedades nutricionales más utilizadas son para el 50% de los productos “ricos en proteínas”. Hay otros como “Fuente de fibra” o “Fuente de proteína” pero en menor proporción. En cuanto a las declaraciones sobre aditivos, las principales son “Sin colorante”, “Sin aditivos” o “Sin aditivo añadidos”.

En referencia al uso de términos cárnicos, los más habituales son “Bistec”, “Hamburguesa”, “Picado”, “Escalope” o “Chorizo”, términos referidos a productos de origen animal se utilizan en el 34% de nuestra muestra. La Direction Générale de la Concurrence, de la Consommation et de la Répression des fraudes (Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Lucha contra el Fraude de Francia) señaló estos productos a comienzos de año ya que “el uso de nombres de ventas y presentaciones pueden engañar a los consumidores al realizar su compra basándose en el registro de productos de origen animal para designar productos alimenticios que reivindiquen una composición exclusivamente vegetal”

Además, la ley de 10 de junio de 2020 relativa a la transparencia de la información sobre productos agrícolas y alimenticios, prohíbe que los nombres utilizados para designar productos alimenticios de origen animal (bistec, hamburguesa, filete, etc.) se utilicen para describir, comercializar o promover productos alimenticios que contengan proteínas vegetales. Así, a partir de una determinada cantidad de proteínas vegetales, que se fijará por decreto a finales de 2020, ya no será posible utilizar, por ejemplo, los términos “filete de soja” o “hamburguesa de verduras”.

Como parte de la implementación de esta ley, la CLCV solicita a la DGCCRF fortalecer los controles sobre los productos de origen vegetal.

Por último, en cuanto a las certificaciones y el uso de logotipos privados certificando que el producto es vegetariano o vegano, un poco más de la mitad de los productos estudiados tienen un logotipo o una etiqueta buscando identificar los productos con estas características. El 31% tiene un pictograma de información creado por la marca y el 69% uno de los logotipos de un organismo oficial.

Ante esto, la asociación francesa de consumidores solicita la creación de un sello oficial reconocido por el Estado, al igual que los signos oficiales de calidad existentes (AB, Label Rouge, …), con especificaciones comunes y controlado por organismos independientes con el fin de ”proporcionar información clara y confiable para el consumidor”.